jueves, 18 de agosto de 2011

Transversal

Villagrán, Fernanado, compilador. "Simón Rodríguez : las razones de la educación pública : Reflexiones del educador americano que vence el paso de los siglos" : Catalonia, 2011.


"Hacer negocio con la educación es... Diga cada lector todo lo malo que pueda: ¡todavía le quedará mucho que decir!” Este texto bien podría formar parte de las consignas que hoy movilizan a miles de estudiantes en Chile en demanda por cambios profundos en el sistema educacional. La frase pertenece al destacado educador, ensayista y filósofo venezolano Simón Rodríguez y está contenida en el libro Simón Rodríguez. Las razones de la educación pública. Reflexiones del educador americano que vence el paso de los siglos, compilado por el periodista Fernando Villagrán.

En 158 páginas Villagrán recupera al prócer venezolano en sus diferentes facetas de maestro latinoamericanista y realiza una reseña biográfica esencial, destacando, por ejemplo, aristas como su relación histórica con Simón Bolívar. Además compila varios textos del pensador, especialmente el llamado Luces y Virtudes Sociales, escrito por Rodríguez en Chile. Incluye también citas notables (de distintas fuentes de sus obras) referidas a su visión de la Educación.
Para la profesora Sonia Montecino, antropóloga, vicerrectora de Extensión de la Universidad de Chile y autora del prólogo del libro, este ensayo “no podría ser más pertinente en un momento como el actual en el que no se ha producido un debate abierto y democrático, una conversación pública y social, sobre el desarrollo de la política educacional que data de la dictadura”.
Una lectura imprescindible para entender en profundidad las ideas sobre la educación pública, las diferencias entre  instrucción y aprendizaje, el vínculo entre derechos, ciudadanía y educación, la inclusión de las mujeres, de los pobres y de los indígenas en ese conocer el derecho a la educación, las pedagogías innovadoras y creativas de Simón Rodríguez. “Sin duda este libro se constituye en un documento del cual podremos aprender todos(as) quienes nos dedicamos de un modo u otro a la enseñanza, recordándonos que En la escuela, poco y bien hecho vale más que horas enteras de fastidio”, agrega Montecino.
La vida y obra de Simón Rodríguez ha despertado y despierta gran admiración y respeto en el mundo académico y cultural a través de los siglos. Su discípulo Simón Bolívar lo comparaba con Sócrates. “Él es un maestro que enseña divirtiendo... Es un filósofo consumado y un patriota sin igual”.
El escritor uruguayo Eduardo Galeano considera que fue el pensador más audaz de su tiempo. Un siglo y medio después sus palabras y actos parecen de la semana pasada, asegura. “Lo tenían por loco, lo llamaban loco. Él increpaba a los dueños del poder, incapaces de creación, sólo capaces de imitar ideas y mercancías de Europa y Estados Unidos. Decía ¡Imiten la originalidad ya que tratan de imitar todo!... Y ese fue uno de sus imperdonables pecados: ser original, el otro no ser militar”, enfatiza Galeano.
El poeta Gonzalo Rojas lo estimaba como un “loco genial”. “Simón Rodríguez anduvo en Chile. Estuvo en Valparaíso, vivió en Concepción, anduvo en las minas de Curanilahue, vendió velas de cebo en Chile, fue el hombre que llevó a Simón Bolívar al Monte Sacro y lo hizo jurar la libertad de América. Un venezolano fenomenal. Yo estoy enlazado con esa tradición”.