
El concepto de polarización tiene larga data en las ciencias sociales, pero sólo recientemente ha sido traducido a indicadores que pueden ser objeto de mediciones empíricas. Una sociedad se encuentra polarizada cuando está dividida en grupos que son desiguales en alguna dimensión clave del orden social, pero a su vez son homogéneos en su interior: muy cercanos entre sí, pero distintos respecto de otros. La polarización puede ocurrir en distintas dimensiones: raza, religión, etnia, ingreso, etc. Así por ejemplo, se dice que una sociedad está polarizada en lo religioso cuando éste es un factor que divide a su población entre grupos antagónicos. La simple diversidad religiosa no presupone polarización, sino que esta ocurre cuando la identidad religiosa se convierte en un factor de fragmentación y conflicto, como ha sucedido no pocas veces en la historia reciente.